domingo, enero 07, 2007

Aunque no te pueda escribir toda la noche por mi propia condición humana, me atrevo a soñarte, a traerte en mis diarias persecusiones. Me visto y me alimento con tu imagen. Si dan las 10, las 2 o las 8, un poema en los dedos me dice que te amo. Y te lo digo, y tu recuerdo me sonríe.